sábado, 4 de agosto de 2007

01-002

La historia de la conformación de los diversos grupos instrumentales no es ajena al desarrollo intrínseco de la música. Así como en principio debe buscarse algún tipo de referente para un posible acuerdo entre partes, así la música debe ofrecer o esos referentes o esas partes.

Tal vez la música nació cuando hubo la posibilidad de sancionar eso que se escuchaba como música. Pero para que se lo pueda sancionar tuvo que existir algún tipo de acuerdo que permita reproducirlo, repetirlo, reiterarlo. Pudo haber sido golpes percutidos -entonces el ritmo es lo básico del acuerdo-, pudo haber sido un soplo, un silbido -entonces es lo melódico- puedo haber sido la misma voz humana -entonces lo melódico no sin pulso respiratorio, con silencios- o bien lo tonal, lo tímbrico, en fin las cualidades pero tomadas no como atributos de lo musical sino como instrumentos en sí. No lo podremos saber, será siempre un mito el que lo configure como inicial. Yo me hago la idea que más allá de cómo fue, se liga a un hecho de escritura o de registro que permita leerlo, interpretarlo, transmitirlo: es decir, escucharlo. No hay música sin repetición, y la repetición es aledaña a cierta forma de la escritura. Más se incursiona en el ámbito del registro musical más la música evoluciona y junto con ella la escucha amplia sus límites o los redimensiona. Es una hipótesis.

Pero volviendo a las conformaciones instrumentales si el cuarteto de jazz lo reducimos a una escritura 3+1 en el sentido de una base con un solista, en el sentido de un dúo (porque en música 3+1=2) esta conformación de dúo mejorada, evolucionada, ampliada si se quiere, tiene no un comienzo ni un origen sino un antecedente en las formaciones que desde el barroco o un poco antes -ya entraremos en detalles más precisos- los compositores tenían en mente para componer: tomaban una voz en un contexto. Esa voz solista flotaba, se contrastaba, nadaba, en fin... en un contexto sonoro denominado bajo continuo que era una escritura cifrada para una formación mixta con más de un instrumento, por ejemplo un clave (sonidos percutidos) y una viola da gamba (sonidos ligados) . Esto conformaba un agrupamiento en dúo con más de dos instrumentos (2+1, 2+2, 3+1,etc). Les propongo escuchar en principio un movimiento de la Sonata para flauta y bajo continuo en mi menor, BMW 1034 el tercer movimiento Andante de Juan Sebastián Bach. Busquen escuchar este dúo en sus elaboraciones, comienza el clave y el cello destacándose el clave, se incorpora la flauta, etc. El mismo ejercicio puede servir de molde para volver a escuchar el cuarteto de jazz.
En esta orientación nos place esta cita sacada de Les Caractères de La Bruyère:
"Los miopes, es decir, los espíritus obtusos, encerrados en su propia pequeña esfera, no pueden aprehender esta universalidad de talento que se ve a veces reunida en una sola persona [por ejemplo: Bach]: allí donde ellos ven el encanto, excluyen la solidez; allí donde ellos encuentran la gracia, la agilidad, la liviandad y la destreza, ellos no pueden admitir la grandeza del alma, la profundidad del pensamiento, la reflexión o la sabiduría; contando la historia de Sócrates, ellos omiten decir que el bailaba."
Escuchando

No hay comentarios: